Lunes 21 de julio

Refugios protectores de Dios

Y será aquel varón como escondedero contra el viento, y como refugio contra el turbión… (v. 2).


La escritura de hoy: Isaías 32:1-4 Lisa M. Samra  escribe:

Durante un viaje en familia, pasé horas conduciendo por los escasamente habitados estados de Montana y Dakota del Sur. En el camino, empecé a observar un patrón: vastas extensiones de tierra con arboledas que rodeaban las casas. Mientras intentaba mantener la camioneta en el carril ante los fuertes vientos, entendí que los árboles no solo estaban allí por un tema de belleza, sino que fueron plantados intencionalmente para proteger las casas y a sus ocupantes de las ráfagas de viento que azotaban esos lugares.

Una vez, el profeta Isaías describió el cuidado de Dios como un refugio ante vientos y tormentas. Tras llamar al pueblo de Dios a arrepentirse (Isaías 31:6-7), también escribió sobre un futuro cuando «un rey reinará con justicia» (32:1), y todos los que gobiernen con Él serán «como refugio contra el viento y un abrigo contra la tormenta» (v. 2). La bendición resultante serán personas capaces de ver, oír, entender y hablar la verdad (vv. 3-4) en paz y seguridad.

Aunque todavía esperamos el cumplimiento de esta promesa, ya vemos a Dios obrar a través de los que se ocupan de los intereses de los demás (Filipenses 2:3-4). El Espíritu de Cristo nos ayuda a cultivar un lugar seguro donde la gente pueda florecer en momentos difíciles. Así ejemplificamos el cuidado amoroso de Dios.

Reflexiona y ora

¿Cuándo experimentaste el refugio protector de una comunidad compasiva? ¿Cómo te inspira eso?

Padre, ayúdame a ser un refugio para otros.

Martes 22 de julio

Persistir en la oración

¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche?… (v. 7).


La escritura de hoy: Lucas 18:1-8 Amy Boucher Pye  escribe:

Cuando la hija de Royston, Hannah, sufrió un derrame cerebral que le produjo un coma, él y su familia acudieron a Dios en oración con persistencia. Durante los meses de espera, se aferraron unos a otros… y a Dios. La fe de la familia se reavivó, por lo que Royston reflexionó: «Nunca hemos sentido a Dios tan cerca». En la terrible experiencia, recibieron «una renovación de la fe para persistir en la oración», como «la viuda de Lucas 18».

Royston se refería a la historia de Jesús sobre una viuda que buscaba persistentemente justicia de parte de un funcionario del pueblo, la cual relató para ilustrar «sobre la necesidad de orar siempre, y no desmayar» (Lucas 18:1). Esa mujer apeló repetidas veces al juez, quien, cansado, finalmente cedió. Comparando a ese juez insensible con Dios, Jesús dijo: «¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y noche?» (v. 7).

Aunque esa historia trataba de un juez injusto, impulsó a la familia a orar por Hannah y pedirle ayuda al Dios justo y amoroso, lo que los acercó más a Él. Después de varios meses, Hannah se despertó del coma, y está recuperándose lentamente.

Cuando nos acercamos a Dios, Él oye nuestras peticiones conforme a su gracia. Nos invita a clamar a Él día y noche.

Reflexiona y ora

¿Cómo puedes cambiar tus luchas en oración? ¿Cómo has visto a Dios responder a tus plegarias y peticiones?

Dios, gracias por amarme e interesarte en mí y no ser como el juez injusto e insensible.

Miércoles 23 de julio

Guiados por el Espíritu Santo

… el Espíritu Santo […] os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho (v. 26).


La escritura de hoy: Juan 14:15-26 Nancy Gavilanes  escribe:

Cuando el GPS sugirió una ruta que reduciría casi una hora el viaje de Las Vegas a Los Ángeles, Shelby Easler y su hermano siguieron las indicaciones. Pero el «atajo» los llevó durante horas por un camino de tierra y perdidos en medio de una tormenta de polvo en el Desierto de Mojave, en California. Aunque pudieron regresar, al final tuvieron que ser remolcados debido a todo el daño que el terreno escarpado había hecho al auto. El creador de la aplicación se disculpó con numerosos viajeros que siguieron esas indicaciones equivocadas.

Es importante de quién dependemos para que nos guíe. A los creyentes en Jesús se nos ha dado el Espíritu Santo para que nos guíe y dirija en lo que respecta a la verdad.

Al saber que pronto moriría y no estaría más con sus discípulos, les aseguró que no los dejaría abandonados. Los instó a obedecer sus mandamientos y les habló del prometido Espíritu Santo, el Espíritu de verdad, que estaría con ellos para siempre y viviría en su interior (Juan 14:15-17). «Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho» (v. 26).

No dejemos de seguir los impulsos del Espíritu Santo durante el día. Sabemos que nunca hará que nos perdamos.

Reflexiona y ora

¿Qué ayuda a seguir las indicaciones del Espíritu Santo? ¿Cómo puedes seguirlo mejor?

Querido Dios, gracias por el Espíritu Santo.

Jueves 24 de julio

Dios sabe

… el Señor Dios de los dioses, él sabe… (v. 22).


La escritura de hoy: Josué 22:21-27 Jennifer Benson Schuldt  escribe:

Una pareja se detuvo a mirar una pintura abstracta y observó latas de pintura abiertas y pinceles debajo del cuadro. Suponiendo que era un «proyecto en curso» que cualquiera podía ayudar a crear, agregaron algo de color y se fueron. Pero el pintor había dejado a propósito algunos suministros como parte de la exhibición final de la obra. Después de revisar la grabación del incidente, la galería no presentó cargos.

Los israelitas que vivían al este del Jordán generaron un malentendido cuando edificaron un gran altar junto al río. Las tribus del occidente lo consideraron una rebelión contra Dios; todos sabían que el tabernáculo era el único lugar aprobado por Él para adorar (Josué 22:16).

Las tensiones aumentaron hasta que las tribus del este explicaron que era solo una réplica del altar de Dios para que sus descendientes recordaran la unidad de Israel. Exclamaron: «el Señor Dios de los dioses, él sabe» (v. 22). Felizmente, los demás escucharon.

Como Dios «escudriña los corazones de todos, y entiende todo intento de los pensamientos» (1 Crónicas 28:9), las motivaciones de todos son claras para Él. Si le pedimos que nos ayude, tal vez nos dé la oportunidad de explicar nuestro proceder o la gracia para perdonar. Podemos acudir a Él cuando nos esforzamos por la unidad con los demás.

Reflexiona y ora

¿Para ti es importante la unidad con otros? ¿Por qué es vital que a veces disintamos con amor con otros creyentes?

Señor, que mi mayor deseo sea honrarte.

Viernes 25 de julio

Lo que traemos del viaje

Joven fui, y he envejecido, y no he visto justo desamparado, ni su descendencia que mendigue pan (v. 25).


La escritura de hoy: Salmo 37:1-6, 23-27 David C. McCasland  escribe:

John F. Burns pasó 40 años cubriendo acontecimientos mundiales para el New York Times. En un artículo que escribió después de jubilarse, recordó las palabras de un amigo periodista que estaba muriendo de cáncer: «Nunca olvides que no se trata de cuán lejos viajaste, sino de lo que trajiste a tu regreso».

El Salmo 37 podría considerarse una lista de David de lo que «trajo» de su viaje por la vida, de pastor a soldado, y luego a rey. El salmo es una serie de contrastes entre los malos y los justos, y reconoce a los que confían en el Señor.

«No te impacientes a causa de los malignos, ni tengas envidia de los que hacen iniquidad. Porque como hierba serán pronto cortados, y como la hierba verde se secarán» (vv. 1-2).

«Por el Señor son ordenados los pasos del hombre, y él aprueba su camino. Cuando el hombre cayere, no quedará postrado, porque el Señor sostiene su mano» (vv. 23-24).

«Joven fui, y he envejecido, y no he visto justo desamparado, ni su descendencia que mendigue pan» (v. 25).

De nuestra experiencia en la vida, ¿qué nos ha enseñado Dios? ¿Cómo hemos experimentado su fidelidad y amor? ¿De qué maneras el amor del Señor ha formado nuestras vidas?

Lo importante no es lo lejos que llevamos, sino lo que traemos de nuestro viaje.

Reflexiona y ora

Señor, gracias por caminar conmigo por la vida.

A medida que los años se suman, la fidelidad de Dios se multiplica.

Sábado 26 de julio

Dios, nuestro lugar seguro

Torre fortificada es el nombre del Señor; el justo correrá a ella y estará a salvo (v. 10 rva- 2015).


La escritura de hoy: Proverbios 18:10-11 Jennifer Benson Schuldt  escribe:

Habíamos estado viajando en auto durante quince horas, y era ya de noche cuando una alerta de tornado captó nuestra atención: debíamos protegernos de inmediato. Justo en ese momento, relámpagos explotaron en el cielo y el viento empezó a presionar contra el auto. Aceleramos para salir de la autopista y estacionamos cerca de un edificio de cemento de un hotel. Entramos corriendo, agradecidos de encontrar refugio.

Los problemas nos recuerdan que necesitamos un lugar seguro donde quedarnos. Proverbios 18:10 dice: «Torre fortificada es el nombre del Señor; el justo correrá a ella y estará a salvo» (rva-2015). Los teólogos afirman que la frase «el nombre del Señor» significa todo lo que Dios es. La totalidad de sus atributos nos brindan seguridad cuando nos escondemos en Él. Como Dios es bondadoso, nos da la bienvenida. Como es bueno, nos escucha. Como es amor, empatiza con nosotros.

Pero Dios no es simplemente otra forma de lidiar con los problemas; es más que una reparación rápida o una distracción. Refugiarse en Él significa que preferimos su ayuda por encima de cualquier otra. Podemos acudir al Señor en oración, meditar en las Escrituras o someternos al Espíritu Santo en esos momentos. Con los años, estos hábitos llevan a una vida entera de confianza en el único refugio verdadero.

Reflexiona y ora

¿Por qué preferirías depender de ti en lugar de permitir que Dios te ayude? ¿Qué atributo de Dios te consuela más en las tormentas en tu vida?

Dios, gracias por ser mi refugio.

Domingo 27 de julio

La prueba de nuestra fe

… hemos llegado a ser espectáculo al mundo, a los ángeles y a los hombres (v. 9).


La escritura de hoy: 1 Corintios 4:9-13 Matt Lucas  escribe:

En 304 d.C., el emperador romano Maximiano entró victorioso en la ciudad de Nicomedia. Se organizaron desfiles mientras los ciudadanos se reunían para agradecer a dioses paganos por la victoria… todos excepto una iglesia llena de personas que adoraban al único Dios verdadero. Maximiano entró en la iglesia con un ultimátum: renunciar a la fe en Cristo para escapar del castigo. Se negaron, y todos fueron asesinados cuando el emperador ordenó que incendiaran la iglesia con los creyentes adentro.

El apóstol Pablo entendía el costo de seguir a Cristo. En 1 Corintios 4, confrontó con su testimonio a los creyentes que vivían en la ciudad griega de Corinto, afirmando que los apóstoles habían sufrido por Jesús y su causa. Habían «llegado a ser espectáculo al mundo» (v. 9) al servir a Cristo.

Asimismo, el apóstol Pedro nos recuerda que Jesús sufrió en nuestro lugar: «cuando le maldecían, no respondía con maldición; cuando padecía, no amenazaba, sino encomendaba la causa al que juzga justamente» (1 Pedro 2:23).

Aún hoy, los creyentes en Jesús sufren por su fe. Como aquellos creyentes en Nicomedia, que toda oposición que enfrentemos sirva para revelar la fortaleza de nuestra fe en Cristo. Podemos confiar nuestras vidas al que «juzga justamente».

Reflexiona y ora

¿Cuándo tuviste ganas de contraatacar frente a un trato injusto por tu fe? ¿Cómo confiarás en que Dios te defenderá?

Padre, sea lo que sea que enfrente, ayúdame a confiarte mi vida.